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"VAYAN POR TODO EL MUNDO Y PREDIQUEN LA BUENA NUEVA A TODA LA CREACIÓN" Mc 16, 15



APARECIDA

LA OPCION POR LOS INDIGENAS SEGUN EL DOCUMENTO DE APARECIDA

En la presentación de la realidad, en la que se mezclan aspectos positivos y aspectos problemáticos, el Documento toma en consideración muchas dimensiones de esta realidad, que caracterizan la situación de los Pueblos Indígenas:

• La dimensión histórica: se recuerda que “los indígenas constituyen la población más antigua del Continente, y están en la raíz primera de la identidad latinoamericana y caribeña” (A 88) y que “el Evangelio llegó a nuestras tierras en medio de un dramático y desigual encuentro de pueblos y culturas”. (A 4)
• La dimensión étnica y cultural, en el contexto de la riqueza y diversidad cultural del os pueblos de América latina y el Caribe: se afirma que “los indígenas son sobre todo, “otros”, diferentes que exigen respeto y reconocimiento. La sociedad tiende a menospreciarlos, desconociendo su diferencia.” (A89), y “no siempre han encontrado espacios y apoyo para expresar la riqueza de su cultura y la sabiduría de su identidad” (A 554); se recuerda que ya en Santo Domingo los obispos reconocieron que los Pueblos indígenas “son poseedores de innumerables riquezas culturales, que están en la base de nuestra identidad actual” (Mensaje de la IV Conferencia a los Pueblos e América y el Caribe, 38) (A 92) y se afirma que “estas culturas (indígenas) son dinámicas y están en interacción permanente entre sí y con las diferentes propuestas culturales” (A 57)
• La dimensión ético-espiritual: se recuerda que “ya en Santo Domingo los pastores reconocíamos que “los pueblos indígenas cultivan valores humanos de gran significación” (SD 245) (A 92). “Entre ellos podemos señalar: apertura a la acción de Dios por los frutos de la tierra, el carácter sagrado de la vida humana, la valoración de la familia, el sentido de la solidaridad y la corresponsabilidad en el trabajo común, la importancia de lo cultural, la creencia en una vida ultraterrena” (SD 17) (A 93), y se añade: “De ellos (los Pueblos indígenas) valoramos su profundo aprecio por la vida comunitaria, presente en toda la creación, en la existencia cotidiana y en la milenaria experiencia religiosa, que dinamiza sus culturas” (A 529), y se “valora especialmente a los indígenas por su respeto a la naturaleza y el amor a la madre tierra como fuente de alimento, casa común y altar del comportamiento humano” (A 472). Finalmente se nota que “las culturas indígenas se caracterizan, sobre todo, por su apego profundo a la tierra y por la vida comunitaria, y por una cierta búsqueda de Dios” (A 56), y que “estas culturas coexisten en condiciones desiguales con la llamada cultura globalizada. Ellas exigen reconocimiento y ofrece valores que constituyen una respuesta a los anti-valores dela cultura que se impone a través de medios de comunicación de masas: comunitarismo, valoración de la familia, apertura a la trascendencia y solidaridad.” (A 57)
• La dimensión social de marginación, exclusión, pobreza y sufrimiento, actualmente consecuencia de la realidad de la globalización si solidaridad: se subraya que “su s situación social está marcada por la exclusión de la pobreza” (A 89), que “en muchas ocasiones no son tratados con dignidad e igualdad de condiciones. Una globalización sin solidaridad afecta negativamente a los sectores más pobres. Ya no se trata simplemente del fenómeno de la explotación y opresión, sino de algo nuevo: la exclusión social. Con ella queda afectada en su misma raíz la pertenencia a la sociedad en al que se vive, pues ya no se está abajo, en la periferia y sin poder, si no que se está afuera. Los excluidos no son solamente “explotados” sino “sobrantes” y “desechables” (A 65 y cf. A 402) y que “hoy los pueblos indígenas están amenazados en su existencia física, cultural y espiritual; en sus modos de vida; en sus identidades; en su diversidad; en sus territorios y proyectos. Algunas comunidades indígenas se encuentran fuera de sus tierras porque éstas han sido invadidas o degradadas, o no tienen tierras suficientes para desarrollar sus culturas. Sufren graves ataques a su identidad y supervivencia, pues la globalización económica y cultural pone en peligro su propia existencia como pueblos diferentes. Su progresiva transformación cultural provoca la rápida desaparición de algunas lenguas y culturas. La migración. Forzada por la pobreza, está influyendo profundamente en el cambio de costumbres, de relaciones e incluso de religión” (A 90). Una palabra especial dedica el Documento a las mujeres indígenas: “Urge escuchar el clamor de las mujeres, tantas veces silenciado, de mujeres que son sometidas a amuchas formas de exclusión y de violencia en todas sus formas y en todas las etapas de vidas. Entre ellas, las mujeres pobres, indígenas y afroamericanas, han sufrido una doble marginación” (A 454), y también a la situación de las comunidades indígenas que surgen las consecuencias de una mala política agraria: “La devastación de los bosques y de la biodiversidad mediante una actitud depredatoria y egoista, involucra la responsabilidad moral de quienes la promueven, porque pone en peligro la vida de millones de personas y en especial el hábitat de campesinos e indígenas, quienes son expulsados hacia las tierras de ladera y las grandes ciudades ara vivir hacinados en los cinturones de miserias” (A 473)
• La dimensión política que se expresa en el nuevo protagonismo de los Pueblos indígenas en conjunto con otros sectores: se recuerda que los indígenas y los afroamericanos emergen ahora en la sociedad y la Iglesia y reclaman el reconocimiento pleno de sus derechos individuales y colectivos; ser tomados en cuenta en la catolicidad con su cosmovisión, sus calores y sus identidades particulares” (A 91); se valora “el protagonismo que van adquiriendo sectores que fueron desplazados: mujeres, indígenas, afroamericanos, campesinos y habitantes de las áreas marginales de las grandes ciudades” (A 128), y se reconoce que con “con la presencia protagónica de la Sociedad Civil y la irrupción de nuevos actores sociales, como son los indígenas, los afroamericanos, las mujeres, los profesionales, una extendida clase media y los sectores marginados organizados, se ésta fortaleciendo la democracia participativa, y se están creando mayores espacios de participación política. Estos grupos están tomando conciencia del poder que tienen entre manos y de la posibilidad de generar cambios importantes parea el logro de políticas públicas más justas, que reviertan su situación de exclusión” (A 75)

• La dimensión eclesial: se alaba al Señor “porque ha hecho de este Continente un espacio de comunión y comunicación de pueblos y culturas indígenas” (A 128). Se nota que “los indígenas emergen ahora en la iglesia” y “ reclaman ser tomados en cuenta en la catolicidad con s cosmovisión, sus valores y sus identidades particulares” (A 91) y se recuerda que “la Iglesia acompaña a los indígenas en sus luchas por sus legítimos derechos” (A 89), que “valora especialmente a los indígenas por su respeto a la naturaleza y el amor a la madre tierra como fuente de alimento, casa común y altar del compartir humano” (A 472) y que “ya en Santo Domingo los pastores reconocíamos que “los pueblos indígenas cultivan valores humanos de gran significación” (SD 245), valores que “la Iglesia defiende… ante la fuerza arrolladora de las estructuras de pecado manifiestas en la sociedad moderna” (SD 243); “son poseedoras de innumerables riquezas culturales, que están en la base de nuestra identidad actual” (Mensaje de la IV Conferencia a los Pueblos de América Latina y el Caribe, 38); y, desde la perspectiva e la fe, “estos valores y convicciones son fruto de “las semillas del Verbo”, que estaban ya presentes y obraban en sus antepasados” (SD 245) (A 92). Entre ellos podemos señalar: apertura la acción de Dios por los frutos de la tierra, el carácter sagrado de la vida humana, la valoración de la familia, el sentido de solidaridad y corresponsabilidad en el trabajo común. La importancia de lo cultural, la creencia en una vida ultra terrena. (SD 17). Actualmente, el pueblo ha enriquecido estos valores ampliamente con la evangelización, y los ha desarrollado en múltiples formas de auténtica religiosidad popular” (A 93), s nota también que “se han hecho algunos esfuerzos por inculturar la litugia en los pueblos indígenas” (A 99b), y finalmente se afirma que “la Iglesia estará atenta ante lo intentos de desarraigar la fe católica de las comunidades indígenas, con lo cual se las dejaría en situación de indefensión y confusión ante los embates de las ideologías y de algunos grupos alienantes, lo que atentaría contra el bien de las mismas comunidades” (A 531)

DOCUMENTO DE APARECIDA:


DOCUMENTO DE SANTO DOMINGO: http://multimedios.org/docs/d000420/p000004.htm#3-p0.1.1